Escritos
Descubrir siempre es un refugio. Gracias por leerme félidos.

Es de noche, leo a uno que dice en el Trino; que occidente perdió por un gol de un occidental a otro...

Me entra la duda, ¿no se supone que hay más mundo un poquito más lejos de nuestra nariz occidental?

No soy experto, así que investigó un poco...

- ¡Ajá! ¡Por ejemplo, la Africa Cup of Nations termina en julio!

No puedo imaginar un mundo únicamente con reglas culturales, económicas o políticas judeocristianas. Sospecho que los rusos, chinos, indios o africanos deben reírse muy discreta y respetuosamente de lo nuestro.

Me quedo dormido con esa idea.

Abro un ojo y ya son las ocho. Pondré algo de Trance de camino al trabajo.

- ¡Buenos días, Mir!

- Buenos días, ¿haremos más cambios en la tienda de DJs?

- Si, solo que necesito explicarte conceptos generales de eCommerce para que notes que en el fondo todas son idénticas.

- Ok

Libretas en mano simplificó las ideas:

- Un vendedor pone precio a sus escritos jerarquizados; que pagarán los compradores identificados. Podríamos vender compradores o transacciones; el trasto no lo distinguiría. El ciclo finaliza con un comprobante o envío.

Terminó con Mir y una nota en el Fehaciente llama mi atención. Unos camarógrafos tomando fotos, en vez de detener las hemorragias. Me dejó caer en la espiral sensacionalista.

Invocó una reflexión de avenencia:

¿Cuándo tú país muestra otra de sus caras, tú quién eres?
Soy la preocupación por mi sustento, manifestado afuera de una oficina de gobierno.
Soy los pasos despreocupados y esperanzados por cualquier encuentro.
Soy el miedo y el impulso, soy la misión y la locura.
Soy el jaloneo, los impactos aislados. La corretiza.
Soy la caída en la escalera mientras se agotan las balas.
Soy el comunicador confundido, soy el 10-24.
Soy la cuarta tirada en la calle, traficada desde algún cuartel.
Soy la desesperación que grita: ¡Mamá, nos dispararon!
Soy la sudadera del asesino en la cabeza del asesinado.
Soy los pasos fríos para robar un reloj caído.
Soy la confusión, la parálisis mientras se vacían vertiginosamente los cuerpos.
Soy el remolino de gente expectante.
Soy el descontrol de funciones para salvar, trasladar, proteger, investigar, comunicar.
Soy la desazón y el abatimiento de mi país.

Mi México no tan chingón.

Creo que comenzaré un plebiscito para determinar si con este calor, será el momento oportuno para tomar una siesta, cuando despierte discutiré los resultados...

Despierto abochornado y busco una clupeidae preparada en el refrigerador.

Mientras como; repaso lo de Zermelo-Fraenkel y las implicaciones de la Constante cosmológica en las teorías actuales. Me apena que el humano solo sepa imaginar éteres como solución.

Después me pongo a revisar la versión 2005 de mi sitio; se ha quedado guarecida en el rincón de un servidor. Y es en ese momento que me han asaltan los recuerdos de AlterBeat y QubitMx.

- ¡Mira lo que acabo de rescatar!

Sí merezco una abultada ansia.
Sí merezco una abultada ansia.
Sí merezco una abultada ansia.
¿o cómo era?

Estuve trabajando un rato de madrugada. Me estresa menos que ver correr a todo mundo por las mañanas.

“El trabajo dignifica al hombre”. En ese sí creo.

Ser auto esclavo para nutrir la espiral de desgaste global. De eso no estoy seguro.

Quizá por eso me gustó la ciencia; es como un juego en donde se siente que por un momento la humanidad tiene la pelota en contra de su complemento.

Miga ha estado muy inquieto desde que Lucho ya no viene a pasearlo pues sus leucocitos han vacilado por ahora.

- ¡Cuánto te he de amar, como para recorrer dos cuadras con lo peor de ti por si acaso decides dejar ir más!

Escuchó una conversación de alguien que recoge su puesto:

- ¿Te vas a llevar este limón?

- ¿De qué?

Me hace recordar que el abuelo decía: "Cuida los centavos, que los pesos se cuidan solos".

Vuelvo al trabajo.

Mir anda enchilada por la clientada de ayer. Le aconsejo lo de Confucio.

Contacto al susodicho por un medio alternativo; le ofrezco ayuda, pero su respuesta me hace ver que es de temperamento cicatero. 

Me indigna la frenopatía.

Cuando veo que una persona no está arreglando algo en su vida, primero trato de arreglarlo en la mía, así que me puse a tirar código toda la mañana mientras escucho Joy Division.

- I feel it closing in, I feel it closing in…

Mir se toma un descanso para comer. Creo que preparare mientras una de mis famosas y prácticas sopas, que a veces es igual de rica que hervir una piedra.

Al mismo tiempo avanzó la chamba. ¿De qué me sirve ser experto en Emacs si ahora los snippets están por todos lados? Unas por otras.

- Pues la sopa no está tan mal. Aunque sabe a pollo, quizá esa vaca comía gallinas.

Iniciaré un referéndum local para decidir si tomar una siesta es adecuada por ahora, cuando despierte revisaré la participación…

Me despiertan los del servicio de la línea local. Por lo menos descansé una hora.

- No señorita, no estoy interesado en contratar una línea monárquica. Ahora que muera Daenerys la contactó.

Me pongo a leer un paper de Zcash en lo que me espabilo completamente. Al parecer a un par de rusos en Londres les ha causado interés la moneda más transaccionada en Venezuela. Cosas del quinto poder.

Ayer vino un exempleado con el fin de hacer un trato con mis cómics. A esta hora aún me insiste por Guasca, pero su propuesta mantiene zonas de oportunidad.

Mientras afinco unas tipografías en el sitio de los bunkers ha venido a mamarme una culicidae. Para su infortunio, terminó atrapada en un vaso de vidrio. Esta noche dormiré con mis litros de sangre completos.

Pondré algo de música para bregar.

- ¡Vaya, está playlist me gusta! Me recuerda el soundtrack de una de mis películas favoritas… tun tun tutuun tururuntun tun tuuun.

Ya he estado en estas calles, pero no son igual; alguien le falta.

Pienso; tengo hambre, pero no la necesidad de tributar demasiado. Al final todos lo hacemos.

Caminaré de regreso.

Paso por el reloj floral y al dar vuelta me regresan caprichosos los recuerdos de la infancia.

- ¿Qué es un marengo?

Entro al banco, al mismo al que le conozco hasta los servidores; de aquellas veces que me contrataron para apantallarlos. Quizá por eso les desconfío.

Salgo al fin.

Más frívolo que un ambientalista, leo a unos pasos: "No dejes para mañana a quién puedes enamorar hoy". Es en un teatro local, sigo sin verle la comedia.

Acá en el barrio de todos, es costumbre quitarse el hambre tapando una muela con una semillita doblada y cubriéndola con un montoncito de aminoácidos... a veces al revés.

Me tapé dos mientras se me ocurrían unos chistes sobre acumulación, pero al final los racioné.

Creo que comenzaré una votación pública para saber si es el momento adecuado para tomar una siesta ahora que estoy tan cerca de casa, cuando despierte haré el conteo...

Abro los ojos, la tos sigue ahí. Remojaré el alma unos minutos.

No puedo permitirme faltar a la rutina de emancipar esos aminoácidos ingeridos. Así que me pongo un tenis, otro tenis y el otro te… me lo quito.

Regresó después de una hora, exhausto pero contento.

- Aún alcanzó la capilla del consumo. ¡Miga, acompáñame!

Ahora todo es "sensorial", cajitas sin intelecto con aromas tan exóticos que nunca adivinarás de que isla tropical provienen.

- ¿A qué hueles, basura?

Entro a mi cuarto y cuelgo en la pared una serie navideña que me dio la jefa. Parece como si me fuera a comunicar con el Demogorgon. Desquitaré que veces me dicen millennial.

Me siento cerca del quitasol. Examino de que se trata esta noche la talacha.