Escritos
Descubrir siempre es un refugio. Gracias por leerme félidos.

Sí merezco una abultada ansia.
Sí merezco una abultada ansia.
Sí merezco una abultada ansia.
¿o cómo era?

Estuve trabajando un rato de madrugada. Me estresa menos que ver correr a todo mundo por las mañanas.

“El trabajo dignifica al hombre”. En ese sí creo.

Ser auto esclavo para nutrir la espiral de desgaste global. De eso no estoy seguro.

Quizá por eso me gustó la ciencia; es como un juego en donde se siente que por un momento la humanidad tiene la pelota en contra de su complemento.

Miga ha estado muy inquieto desde que Lucho ya no viene a pasearlo pues sus leucocitos han vacilado por ahora.

- ¡Cuánto te he de amar, como para recorrer dos cuadras con lo peor de ti por si acaso decides dejar ir más!

Escuchó una conversación de alguien que recoge su puesto:

- ¿Te vas a llevar este limón?

- ¿De qué?

Me hace recordar que el abuelo decía: "Cuida los centavos, que los pesos se cuidan solos".

Vuelvo al trabajo.

Mir anda enchilada por la clientada de ayer. Le aconsejo lo de Confucio.

Contacto al susodicho por un medio alternativo; le ofrezco ayuda, pero su respuesta me hace ver que es de temperamento cicatero. 

Me indigna la frenopatía.

Cuando veo que una persona no está arreglando algo en su vida, primero trato de arreglarlo en la mía, así que me puse a tirar código toda la mañana mientras escucho Joy Division.

- I feel it closing in, I feel it closing in…

Mir se toma un descanso para comer. Creo que preparare mientras una de mis famosas y prácticas sopas, que a veces es igual de rica que hervir una piedra.

Al mismo tiempo avanzó la chamba. ¿De qué me sirve ser experto en Emacs si ahora los snippets están por todos lados? Unas por otras.

- Pues la sopa no está tan mal. Aunque sabe a pollo, quizá esa vaca comía gallinas.

Iniciaré un referéndum local para decidir si tomar una siesta es adecuada por ahora, cuando despierte revisaré la participación…

Me despiertan los del servicio de la línea local. Por lo menos descansé una hora.

- No señorita, no estoy interesado en contratar una línea monárquica. Ahora que muera Daenerys la contactó.

Me pongo a leer un paper de Zcash en lo que me espabilo completamente. Al parecer a un par de rusos en Londres les ha causado interés la moneda más transaccionada en Venezuela. Cosas del quinto poder.

Ayer vino un exempleado con el fin de hacer un trato con mis cómics. A esta hora aún me insiste por Guasca, pero su propuesta mantiene zonas de oportunidad.

Mientras afinco unas tipografías en el sitio de los bunkers ha venido a mamarme una culicidae. Para su infortunio, terminó atrapada en un vaso de vidrio. Esta noche dormiré con mis litros de sangre completos.

Pondré algo de música para bregar.

- ¡Vaya, está playlist me gusta! Me recuerda el soundtrack de una de mis películas favoritas… tun tun tutuun tururuntun tun tuuun.

Ya he estado en estas calles, pero no son igual; alguien le falta.

Pienso; tengo hambre, pero no la necesidad de tributar demasiado. Al final todos lo hacemos.

Caminaré de regreso.

Paso por el reloj floral y al dar vuelta me regresan caprichosos los recuerdos de la infancia.

- ¿Qué es un marengo?

Entro al banco, al mismo al que le conozco hasta los servidores; de aquellas veces que me contrataron para apantallarlos. Quizá por eso les desconfío.

Salgo al fin.

Más frívolo que un ambientalista, leo a unos pasos: "No dejes para mañana a quién puedes enamorar hoy". Es en un teatro local, sigo sin verle la comedia.

Acá en el barrio de todos, es costumbre quitarse el hambre tapando una muela con una semillita doblada y cubriéndola con un montoncito de aminoácidos... a veces al revés.

Me tapé dos mientras se me ocurrían unos chistes sobre acumulación, pero al final los racioné.

Creo que comenzaré una votación pública para saber si es el momento adecuado para tomar una siesta ahora que estoy tan cerca de casa, cuando despierte haré el conteo...

Abro los ojos, la tos sigue ahí. Remojaré el alma unos minutos.

No puedo permitirme faltar a la rutina de emancipar esos aminoácidos ingeridos. Así que me pongo un tenis, otro tenis y el otro te… me lo quito.

Regresó después de una hora, exhausto pero contento.

- Aún alcanzó la capilla del consumo. ¡Miga, acompáñame!

Ahora todo es "sensorial", cajitas sin intelecto con aromas tan exóticos que nunca adivinarás de que isla tropical provienen.

- ¿A qué hueles, basura?

Entro a mi cuarto y cuelgo en la pared una serie navideña que me dio la jefa. Parece como si me fuera a comunicar con el Demogorgon. Desquitaré que veces me dicen millennial.

Me siento cerca del quitasol. Examino de que se trata esta noche la talacha.

La jefa se ocupa, pero nunca deja de preocuparse.

- ¿Hijo, ya estás en casa?

Se extiende diez minutos.

- … y no tengo llaves del nuevo lugar.

- ¡Ay má! ¿dormirás aún en Coapa? En cualquier caso, que no te permitan mover tus pertenencias puedes alegar despojo.

Las palabras, así como las reglas de la vida emergen de curiosas situaciones. Aprendí el significado de la palabra despojo hace tiempo, en una discusión con Dinea, que es abogada.

Aunque la palabra justicia es difusa, en aquel momento fue suficiente para acordar vivir en diferente techo armoniosamente.

Porque la belleza de la restitución son las acciones.

Conforme ha avanzado la madrugada, mi afán ha cambiado. Debo acicalar, abastecer y trasladar una fierita de computar a su dueño; es del hijo de una pareja con quien tengo una estima mutua desde que paseábamos a sus difuntos talismanes cuadrúpedos.

Por ahora, el hijo y su heredada amabilidad deben volver a Holanda, no sin antes llevar a la susodicha fierita para seguirla eximiendo.

Ráfagas nocturnas de viento van y vienen azarosas. Decido diferir la misión con un paseo a Miga. Esperanzado de no fortalecer con ello al bicho faríngeo con el que me han halagado hace poco.

Regreso y aunque la fierita es inerte y carente de vida, se me ha quedado viendo insistente pero las letras me han arrullado.

¡Despierto de un brinco!

- ¡Las siete! A lavar y coser el día.

Rápido atornillo, traigo el martillo; dos pequeños golpes y la fierita por fin tiene entraña nueva para futurear.

Han dejado mensaje en el Modulador de La Planta:

- “Estimadísimos; escarnio privado a Mir, por no servir”.

Rio por la gansada mañanera.

Vuelvo pronto a la labor y mientras en el tabloide: “Accidentado el SU1492 ayer y hoy, el N601VH”.

Estos noticieros han gastado la fórmula y ya poco nos sorprende la desgracia. Los familiares con frecuencia llevan la peor parte.

Un par de hechizos junto a Mir para una tienda oaxaqueña de collares para mascota, otro más para gente que ama los bunkers. Vaya usted a saber por qué.

Dinea, que es administradora, me marca.

- ¿Comemos?

- ¿Qué se te antoja?

- No ando exigente.

Le explico que iré precisamente hacia donde está. Pasados diez minutos me cancela, tiene que moverse rumbo hacia donde estoy, será otro día.

Salgo a entregar la fierita.