Escritos
Descubrir siempre es un refugio. Gracias por leerme félidos.

Melancolía nueva. Me digo tonto, por no haber visto la indiferencia tras tus ojos, por construir castillos en el aire, por creer en espejismos.

Duele, sí, como una herida que no sangra pero que arde en lo más hondo.

Traigo rabia, que escupe verdades, la rabia que me recuerda que merezco algo mejor.

Pero también hay algo nuevo en este vacío, la dignidad recuperada.

Y aunque hoy la ausencia pesa, sé que mañana volveré a respirar... que en alguna esquina de este mundo roto, me espera un amor que me abrace con la fuerza de un toro, que me quiera con la ternura de una madre, que me valore con la simpleza del alma.

Un amor que se escriba con la tinta del corazón.